Apple VS Samsung

Las demandas de patentes entre Apple y Samsung.

 

La rivalidad entre Apple y Samsung tiene ya algo de historia que contar, especialmente en el ámbito legal. Si te has llegado a sentir confundido cada vez que surge una nueva demanda de patentes entre las tecnológicas, has llegado al sitio correcto. Este es un recuento de las demandas de patentes entre ambas empresas.

La primera demanda contra su principal rival se remonta al 4 de junio del 2007, cuatro días antes del lanzamiento del primer iPhone. La empresa de Cupertino demandó a la surcoreana por cuatro patentes de diseño, seguida de otra denuncia por una sobre el color en varias interfaces gráficas del iPhone, para lo cual usó como evidencia 193 capturas de pantalla.

Apple llevó la épica pelea a su casa, donde acusó a la surcoreana de infringir tres patentes de utilidad y cuatro de diseño, mientras que Samsung la acusó por cinco. El 24 de agosto del 2012, se emitió un fallo a favor de la californiana, otorgándole una recompensa por 1.049 millones de dólares en daños.

En 2012, Samsung tuvo que pagar una recompensa de 1.049 millones de dólares a Apple en los EE.UU.

El jurado determinó que Samsung había infringido las patentes de utilidad del efecto de rebote, navegación en pantalla y tocar para hacer zoom, así como las patentes de diseño de funciones como el botón de inicio, las esquinas redondeadas, los bordes cónicos y los iconos en la pantalla. La patente del diseño ornamental del iPad fue de las pocas que determinaron que no habían sido infringidas.

El 23 de octubre del 2012, la Oficina de Patentes y Marcas Registradas de los EE.UU. invalidó tentativamente la patente de rebote de Apple, afectando el fallo del juicio original. Así que la empresa de Cupertino solicitó detener todas las ventas de los productos de Samsung citados en la infracción. Sin embargo, la moción fue rechazada el 17 de diciembre de 2012 por la juez Lucy H. Koh, quien también decidió que el jurado había calculado mal 450 millones de dólares en su evaluación inicial de daños y ordenó un nuevo juicio.

La solicitud de la empresa de Cupertino para detener la venta de smartphones como el Infuse 4G y el Droid Charge fue denegada. La juez Koh dictaminó que los alegatos tenían poco mérito al no haberse demostrado la invalidez de la patente. También ordenó a Samsung pagar 600 millones de dólares a Apple por la demanda del 2012.

El 14 de mayo de 2012, el tribunal de apelación revocó la decisión y ordenó a la juez Koh que emitiera una orden judicial. El requerimiento preliminar fue otorgado en junio de 2012, impidiendo a Samsung fabricar, usar, ofrecer vender, vender o importar a los EE. UU. el Nexus y cualquier otro producto con la patente en disputa. Simultáneamente, se ordenó a Apple depositar un bono de 95.6 millones de dólares en caso de que Samsung ganara el juicio que luego determinó que el Nexus no había infringido las patentes de Apple, por lo que Samsung presentó una apelación al mandato preliminar. El 11 de octubre de 2012, el tribunal de apelaciones aceptó la moción y anuló la medida cautelar.

El 9 de agosto del 2013, la Comisión de Comercio Internacional de los Estados Unidos (ITC, por sus siglas en inglés) determinó que Samsung había infringido cuatro patentes de Apple relacionadas con interfaces y funcionalidad de los audífonos y que algunos de sus dispositivos anteriores infringían dos patentes, una sobre la pantalla táctil y la otra sobre los audífonos.

Como fue ordenado en 2012, el nuevo juicio se llevó a cabo y el jurado de San Joséfinalmente otorgó a Apple 290 millones en daños y perjuicios. A principios del 2014, los ejecutivos legales de ambas se reunieron para llegar a un acuerdo porque una orden judicial les ordenaba hacerlo antes de que comenzara el nuevo juicio en marzo de ese año.

En diciembre del 2015, Samsung volvió a pagar una condena por 548 millones de dólares tras el juicio de 2014.

En la demanda de 2014, Samsung fue acusada de infringir cinco de las patentes de Apple en 10 modelos de teléfonos y tabletas, mientras que la surcoreana contrademandó por dos patentes en nueve teléfonos y tabletas. Tras una serie de recursos legales, la asiática saldó la condena con 548 millones de dólares en diciembre del 2015. No obstante, la decisión fue anulada en diciembre del 2016 y la multa reducida a 400 millones de dólares.

El cuento no acaba ahí. El pasado domingo 22 de octubre, la juez Koh ordenó que el juicio empiece de nuevo desde el inicio con esos 400 millones de dólares en daños en juego.

 

Deja una respuesta